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martes, 15 de marzo de 2022

ESPIRAL DE GUERRA.

 





            Nadie queremos la guerra. Toda guerra es irracional. Ninguna guerra es santa o justa. Pero Europa está de nuevo en guerra. Esta guerra está matando y expulsando inocentes de Ucrania. Debemos parar esta guerra antes de que se convierta en mundial. La invasión de Ucrania es la chispa, y la internalización del conflicto sería la bomba atómica. Para resolver esta tragedia y parar la espiral de guerra, es necesario contemplar un escenario amplio de protagonistas e intereses. Las guerras actuales son totales y globales, el enfrentamiento no es sólo militar, sino también económico, comercial y psicológico. Los medios de comunicación e internet son armas tan poderosas en cada bando como son las militares. Mi punto de vista es uno más, no soy adivino, y mi calificativo de politólogo no garantiza ninguna certeza.

 

            Puede ser que el ataque ruso a Ucrania sólo sea obra de Putin y sus elucubraciones. No lo creo. Antes de emprender esta cruzada, Rusia ha calibrado sus fuerzas, el apoyo de sus aliados, los tiempos, y por supuesto los del bando de Occidente también.

 

            A principio de este milenio se empezó a hablar de los BRIC (Brasil, Rusia, India, y China), eran los llamados países emergentes, y actualmente son los motores económicos mundiales. Acaparan las materias primas, la producción, el comercio y las inversiones, pero no son precisamente referentes democráticos. Las Constituciones de Brasil, Rusia e India son formalmente democráticas, sin embargo, los poderes tradicionales son los que dirigen el estado y los negocios. El caso chino es el más alarmante. China está gobernada por una oligarquía militar-comunista. China se ha convertido en la primera potencia económica mundial y Rusia en la militar. Ambos pretenden desafiar el mundo occidental y su estilo de vida democrática. Las actuales democracias occidentales han cedido protagonismo económico a estos países que persiguen otro reparto de los recursos mundiales, que promueven otros sistemas políticos y otros estilos de vida.

 

            El desafío económico viene desde 2009 cuando China, Rusia y Libia pretendieron cuestionar el predominio del dólar estadounidense como moneda de reserva e intercambio mundial. Libia fue más allá y creó la primera moneda del mundo con su valor garantizado en oro y en Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, y la iba a adoptar para su país. Esto habría significado el fin de la superpotencia militar y económica estadounidense. Adiós a la maquinita de imprimir dólares para el mundo entero. Todos sabemos cómo terminó Muamar el Gadafi, y nadie sabe dónde está la reserva de oro de Libia, que era la mayor del mundo. En resumen, Rusia tiene aliados potentes a nivel económico.

 

            En el terreno militar, Rusia tampoco está sola, tiene un aliado natural, China, frente a un enemigo común, Estados Unidos. Rusia se siente amenazada por las bases militares de la OTAN en Europa, y China por las bases americanas del Pacífico. La línea roja para Rusia son Ucrania y Bielorrusia, y para China es Taiwán. Además, China levantó la voz de alarma el pasado año cuando EE. UU., Australia y Reino Unido firmaron el acuerdo AUKUS que permitirá a Australia desarrollar submarinos nucleares y patrullar el Pacífico. En resumen, Rusia tiene un aliado potente a nivel militar.

 

            No debemos decir que la Unión Europea esté en medio de este conflicto entre dos bandos externos porque la UE es parte integrante de la OTAN y de Occidente. Sí podemos decir que la UE no es parte activa de Occidente, que siempre va a remolque de EE. UU. Un ejemplo muy significativo fue cuando Donald Trump fue elegido Presidente, vino de gira a Europa, puso firme a todos los Presidentes europeos y les obligó a aumentar el gasto militar de la OTAN. Esta medida podía responder a un peligro militar de Rusia hacia Europa o a una necesidad de la industria armamentista americana.

 

            En resumen, debemos parar esta espiral de guerra antes de que se extienda más y ambos bandos recluten nuevos aliados. Turquía, miembro importante de la OTAN no desprecia el dinero de los oligarcas rusos, Israel, fiel aliado de EE. UU. no condena abiertamente la invasión rusa por tener intereses económicos en ambos bandos, y la India sigue comprando petróleo ruso a buen precio. La Unión Europea debe jugar un papel activo en las negociaciones de paz, debe actuar con voz propia. Las medidas que apruebe la UE, en el Consejo Europeo y Comisión Europea, sean de tipo militar o económicas deberían ser de obligado cumplimiento para todos los países miembros. Es hora de que la Unión Europea pase de la unión monetaria a la unión política y militar.

 

Firmado.: Luis Perant Fernández


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