Nadie queremos la guerra. Toda
guerra es irracional. Ninguna guerra es santa o justa. Pero Europa está de
nuevo en guerra. Esta guerra está matando y expulsando inocentes de Ucrania. Debemos
parar esta guerra antes de que se convierta en mundial. La invasión de Ucrania es
la chispa, y la internalización del conflicto sería la bomba atómica. Para resolver
esta tragedia y parar la espiral de guerra, es necesario contemplar un
escenario amplio de protagonistas e intereses. Las guerras actuales son totales
y globales, el enfrentamiento no es sólo militar, sino también económico,
comercial y psicológico. Los medios de comunicación e internet son armas tan
poderosas en cada bando como son las militares. Mi punto de vista es uno más,
no soy adivino, y mi calificativo de politólogo no garantiza ninguna certeza.
Puede ser que el ataque ruso a
Ucrania sólo sea obra de Putin y sus elucubraciones. No lo creo. Antes de
emprender esta cruzada, Rusia ha calibrado sus fuerzas, el apoyo de sus aliados,
los tiempos, y por supuesto los del bando de Occidente también.
A principio de este milenio se
empezó a hablar de los BRIC (Brasil, Rusia, India, y China), eran los llamados
países emergentes, y actualmente son los motores económicos mundiales. Acaparan
las materias primas, la producción, el comercio y las inversiones, pero no son
precisamente referentes democráticos. Las Constituciones de Brasil, Rusia e
India son formalmente democráticas, sin embargo, los poderes tradicionales son
los que dirigen el estado y los negocios. El caso chino es el más alarmante.
China está gobernada por una oligarquía militar-comunista. China se ha
convertido en la primera potencia económica mundial y Rusia en la militar. Ambos
pretenden desafiar el mundo occidental y su estilo de vida democrática. Las
actuales democracias occidentales han cedido protagonismo económico a estos
países que persiguen otro reparto de los recursos mundiales, que promueven
otros sistemas políticos y otros estilos de vida.
El desafío económico viene desde
2009 cuando China, Rusia y Libia pretendieron cuestionar el predominio del
dólar estadounidense como moneda de reserva e intercambio mundial. Libia fue
más allá y creó la primera moneda del mundo con su valor garantizado en oro y
en Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, y la iba a
adoptar para su país. Esto habría significado el fin de la superpotencia
militar y económica estadounidense. Adiós a la maquinita de imprimir dólares
para el mundo entero. Todos sabemos cómo terminó Muamar el Gadafi, y nadie sabe
dónde está la reserva de oro de Libia, que era la mayor del mundo. En resumen,
Rusia tiene aliados potentes a nivel económico.
En el terreno militar, Rusia tampoco
está sola, tiene un aliado natural, China, frente a un enemigo común, Estados
Unidos. Rusia se siente amenazada por las bases militares de la OTAN en Europa,
y China por las bases americanas del Pacífico. La línea roja para Rusia son
Ucrania y Bielorrusia, y para China es Taiwán. Además, China levantó la voz de
alarma el pasado año cuando EE. UU., Australia y Reino Unido firmaron el
acuerdo AUKUS que permitirá a Australia desarrollar submarinos nucleares y patrullar
el Pacífico. En resumen, Rusia tiene un aliado potente a nivel militar.
No debemos decir que la Unión
Europea esté en medio de este conflicto entre dos bandos externos porque la UE
es parte integrante de la OTAN y de Occidente. Sí podemos decir que la UE no es
parte activa de Occidente, que siempre va a remolque de EE. UU. Un ejemplo muy
significativo fue cuando Donald Trump fue elegido Presidente, vino de gira a Europa,
puso firme a todos los Presidentes europeos y les obligó a aumentar el gasto
militar de la OTAN. Esta medida podía responder a un peligro militar de Rusia
hacia Europa o a una necesidad de la industria armamentista americana.
En resumen, debemos parar esta
espiral de guerra antes de que se extienda más y ambos bandos recluten nuevos aliados.
Turquía, miembro importante de la OTAN no desprecia el dinero de los oligarcas rusos,
Israel, fiel aliado de EE. UU. no condena abiertamente la invasión rusa por
tener intereses económicos en ambos bandos, y la India sigue comprando petróleo
ruso a buen precio. La Unión Europea debe jugar un papel activo en las
negociaciones de paz, debe actuar con voz propia. Las medidas que apruebe la UE,
en el Consejo Europeo y Comisión Europea, sean de tipo militar o económicas deberían
ser de obligado cumplimiento para todos los países miembros. Es hora de que la
Unión Europea pase de la unión monetaria a la unión política y militar.
Firmado.: Luis Perant Fernández