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jueves, 9 de julio de 2015
¿POR QUÉ NO TE CALLAS?, MARIANO.
En todo
conflicto, los protagonistas defienden sus intereses, y es de suponer que en el
conflicto de la deuda griega, el gobierno del Partido Popular debe defender los
intereses de España. Pero el problema no es tan simple como algunos voceros del
PP quieren hacer creer. No se trata de unos descamisados que han vivido por
encima de sus posibilidades con dinero prestado, y a quiénes la Unión Europea
ha de darles un tirón de orejas para que paguen sus deudas. Es un discurso
pobre, inculto e ignorante. Es un discurso del miedo, miedo a hacer el ridículo
si Tsipras consigue de la Troika mejores ventajas para Grecia que las que
negoció el PP para España.
Los problemas
actuales de Grecia vienen desde la 2ª Guerra Mundial, la URSS y EE.UU se
reparten Europa. Grecia se encuentra en la frontera de ese reparto, y es
deseada por ambos bandos por su situación estratégica en el Mediterráneo. Por
diversas razones, que ahora no voy a abordar, Grecia queda del lado Occidental,
pero muchos griegos, y también Rusia, siguen pensando que aquel conflicto no está
cerrado. Como es lógico en toda negociación, los protagonistas sacan
rendimiento de sus ventajas. Y los griegos saben muy bien cuáles son sus armas
negociadoras: dejarse querer por los dos bandos.
Hay que dejar
claro que este conflicto no es económico, sino político. El PIB griego sólo representa
el 2% del total de la Unión Europea. El futuro de Grecia no se decidirá en
función de su situación económica sino de su decisión de mantenerse como miembro
de la UE y aliado de Washington, o de ponerse del lado de Rusia y China. Con el
“no” del pueblo griego, las implicaciones del referéndum van más allá del plano
económico e incluyen intereses políticos y estratégicos. Al gobierno griego ya
no le basta una refinanciación, quiere un cambio radical en la política
económica de la UE. Para atrincherarse en su postura, Tsipras amenaza a la Troika
con acercarse al tándem Rusia-China. Y aquí entra en juego Estados Unidos y la
OTAN. Obama ya ha manifestado estar “listo ante cualquier eventualidad”, ya que
un acercamiento de Grecia a la economía rusa pondría en peligro su pertenencia a
la OTAN, ya que Grecia es miembro activo de la Alianza Atlántica y pieza clave
en el control del Mediterráneo. El problema de la UE es doble, de una parte no
puede ceder a una quita o refinanciación de la deuda griega, y que el ejemplo cunda
hacia los demás países miembros endeudados, y de otra, la UE está presionada
por EE.UU. para que Grecia no salga de la zona euro.
Rusia, por su
parte, además de los lazos históricos y culturales que la unen con Grecia,
mantiene una estrecha relación política con el gobierno de Tsipras. El primer
ministro griego no se esconde para manifestar su oposición a las sanciones de
la UE contra Rusia y mantiene que “la nueva arquitectura de la seguridad
europea debe incluir a Rusia”. Putin necesita la colaboración griega para
construir su nuevo gasoducto y sacar su gas a las puertas de la UE. Las
pretensiones navales rusas en el Mediterráneo son “materia reservada”. También está
China con intereses comerciales en Grecia, ya que quiere convertir el puerto
del Pireo en un importante nudo de su red comercial.
Ante este
panorama, Grecia está en una posición negociadora privilegiada. Si no consigue
sus pretensiones dentro del euro, de la UE y de la OTAN, Rusia y China estarán
deseando acudir al rescate de la economía griega. El Banco de Desarrollo creado
por los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica) y el Banco de
Inversiones para la Infraestructura Asiática creado por China, es una
alternativa al FMI, al Banco Mundial y a la supremacía del dólar y euro.
La competencia
entre los dos modelos (Occidente y países emergentes) podría ser beneficiosa si
la disputa se mantuviese exclusivamente en el terreno político y económico, ya
que la rivalidad puede ser sinónimo de superación. Por desgracia, en esta zona
del Mediterráneo, los dos bandos ya están enfrentados militarmente en guerras
delegadas (Libia, Siria, Irak, Ucrania). Y otras son sospechosas de iniciarse (segregación
de Voivodina de Serbia con implicación de la OTAN, UE, Croacia…). Serbia y
Grecia son para Rusia sus hermanos menores.
Fdo.: Luis Perant Fernández