Imaginemos un sistema político-económico llamado Occidente, un país España, un partido el pepe, una señora la cospe y otra, la de la vega. La cospe denuncia que cargos del pepe tienen pinchados sus teléfonos y que éstas son prácticas de gobiernos no democráticos. La de la vega pide respeto para policías, jueces y fiscales, y que los dejen trabajar. Pongamos la imaginación a trabajar. Sigamos con esta película surrealista.
Los paraísos fiscales se han transformado, ya no son una caja fuerte donde esconder los dólares convertibles en oro. Con la globalización, las empresas transnacionales recurren a los paraísos para hacer negocio con empresas ficticias y evadir impuestos. Pero hay más, las actividades ilícitas se han expandido, y el dinero que mueve el tráfico de drogas, de armas y blanqueo de dinero, también se canaliza a través de los paraísos fiscales. Se calcula que el 25% de la financiación mundial está en sus manos, y por supuesto para rentabilizar su capital han creado su mercado negro. A este mercado acuden los grupos extremistas y terroristas para financiarse. Pero últimamente se ha dado un paso aún más peligroso, la amenaza nuclear es una realidad. La tecnología atómica de Irán y Corea del Norte se ha pagado con dólares y euros, y los paraísos fiscales han canalizado ese dinero negro y su financiación. Sólo esta situación límite justifica la reacción drástica de Occidente de cortar la financiación a escala mundial. Hay que enfriar la economía mundial para poder controlarla. En las reuniones del G8, G20 y de la ONU se están coordinando las medidas que permitan a Occidente volver a dominar la economía y terminar con el mercado negro financiero. Para ello hay que canalizar los recursos de los paraísos fiscales a través del FMI. La salida de la crisis llegará cuando toda la financiación mundial se canalice a través del FMI y su duración dependerá del éxito de Occidente en aplicar las medidas de coacción hacia los paraísos fiscales. Además, una vez sometidos los paraísos, la recuperación no será inmediata puesto que el relanzamiento de la economía tendrá que ser lento. Con la cantidad de dinero que se ha inyectado al mercado, se corre el peligro de una hiperinflación si se acelerar en exceso el calentamiento de la economía. Claro está, que si la recuperación es demasiado lenta podría producirse disturbios sociales. En saber imprimir la velocidad adecuada estará también la clave del éxito. La crisis económica es el primer paso de la guerra de supervivencia de Occidente. Las dos Guerras Mundiales del S.XX tuvieron lugar para establecer la supremacía de un sistema político-económico sobre otro. En este momento, Occidente está dispuesto a emplear todos sus recursos económicos y militares para mantener su modelo mundial y su hegemonía.
Sigamos con la imaginación. Los trabajadores no entienden de paraísos fiscales, ni los autónomos, ni los pequeños y medianos empresarios. Nosotros no evadimos capitales, nosotros no burlamos la Hacienda Pública, nosotros no ponemos en peligro el sistema de la Seguridad Social, ni el estado de bienestar, ni la paz mundial. ¿Quiénes son entonces los “ahorradores” de los paraísos fiscales? Pues son los delincuentes de guante blanco, unos personajes acostumbrados a burlar la ley para satisfacer sus propios intereses. Son lobos que se disfrazan de corderitos y expertos en artes de manipulación social, política y económica. El G20 ha dado la consigna de vigilarlos de cerca. La imaginación no tiene límite. Toda coincidencia con la realidad, es pura casualidad.
Fdo.: Luis Perant Fernández
http://www.diarioinformacion.com/secciones/noticiaOpinion.jsp?pRef=2009081700_8_921246__Opinion-cospe-pepe-vega
http://foros.expansion.com/politica-y-economia/92682-cospe-pepe-y-esa-de-vega.html
DISCÓBOLO DE MIRÓN DEL MUSEO BRITÁNICO, EN EL MUSEO MARQ DE ALICANTE (2009)