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viernes, 11 de julio de 2025

AUGE DE LA ULTRADERECHA.

 


 

La ultraderecha avanza en la mayoría de los países miembros de la Unión Europea. No sé si la causa es la misma en todas las naciones europeas, porque de nuestros socios poco sabemos. Conocemos mejor la propaganda globalista de Hollywood y Nueva York que el estilo y nivel de vida de nuestros socios europeos. Por tanto, me limito a opinar sobre las posibles causas del auge de la ultraderecha en España y que cuestionan nuestro modelo democrático.

           

            Hay modas que aparecen en un momento dado por múltiples causas, y con la misma facilidad, desaparecen cuando son amortizadas por diversos intereses. Pero esto de la ultraderecha no es una moda pasajera, está calando muy hondo en la juventud española. Al margen de las ideologías políticas, y si queremos comprender e interpretar este fenómeno, debemos buscar causas objetivas para salvaguardar nuestro modelo político democrático.

 

            El sistema educativo  español es complejo, tiene partidarios centralistas y autonomistas, públicos y concertados, religiosos y laicos, en definitiva, está más encorsetado y comprometido con los intereses partidistas que con la formación de los estudiantes. Para equilibrar los intereses políticos partidistas, la Historia reciente se margina, y la Política es tabú. Los “expertos educativos” asimilan nuestro sistema político con la laicidad. Nuestro sistema educativo es laico, y por tanto margina la religión. Nuestro sistema educativo debe ser neutral, y se margina la Política. Grave error. La educación laica puede justificarse por la libertad de religión y la separación iglesia/estado. Pero el olvido de la Política en el sistema educativo es sinónimo de ignorancia. Ignorar el Sistema Político Español, la Constitución Española y los Tratados de la Unión Europea es dejar vía libre a los caciques autónomos de la política y a los mercenarios a sueldo de las élites económicas, tanto políticos como empresarios.

 

            Nuestro Estado social y democrático de derecho no es eterno, puede tener fin si no se defiende, y la mejor manera de defenderlo es su divulgación. Al término de la enseñanza obligatoria, los alumnos deben tener un mínimo de conocimientos políticos para entender la gobernanza de la sociedad en sus diversos niveles, poder participar en los asuntos públicos y votar con conocimiento de causa y plena libertad. Tienen que saber diferenciar entre monarquía y república, entre estado federal y estado centralista, entre nacionalismo político y nacionalismo cultural, entre políticas económicas de oferta y políticas económicas de demanda, entre gobernar con un programa político y querer gobernar sin programa, entre gobernar para unos y gobernar para todos, entre señalar a un chivo expiatorio culpándolo de todos los males de la sociedad y ocultar el debate político para defender intereses privados...

 

            Los conocimientos políticos son positivos para diferenciar entre las opciones políticas que se ajustan a nuestra sociedad occidental y las opciones dictatoriales y populistas que persiguen un nuevo paradigma político de convivencia. Pero esta divulgación política generalizada puede ser nociva para ciertos actores políticos y económicos con mucho poder en Bruselas. Generalizando los conocimientos políticos, la presión ciudadana europea pondría en peligro el Sistema Político de la Unión Europea que no es democrático. Divulgación de la Política en el sistema educativo SI o NO, este es el dilema a resolver, con permiso de la UE y de la ultraderecha.

 

Firmado: Luis Perant Fernández.