SALUDOS DESDE ALICANTE <<< ESPAÑA >>>

SALUDOS DESDE ALICANTE  <<< ESPAÑA >>>
Tren Turístico Limón Exprés (Benidorm-Gata de Gorgos). Ferrocarril Alicante-Denia.

Archivo del blog

domingo, 26 de junio de 2016

LA POLÍTICA COMO CIENCIA DE LA VIDA.



La Ciencia Política me ha ayudado a comprender la sociedad, no como la suma de individuos, sino como el resultado de los conflictos de interés generados por los grupos de poder, esos mismos que siempre gobiernan bajo cualquier Sistema Político y siempre escriben la historia de los vencedores, oficialmente la Historia Universal.

La Ciencia Política también me ha sido de gran ayuda para superar la ideología liberal imperante que dice: “la soberanía nacional reside en el pueblo”, y descubrir el mal uso de la Democracia como instrumento político de gobierno refinado y sofisticado en manos de los poderes económicos globalizados para dirigir los negocios privados y públicos con el consentimiento de la mayoría de la ciudadanía, y no por desgracia, como un Sistema Político justo e igualitario con los derechos y deberes de los ciudadanos.

La Democracia no es la panacea contra todos los males de los ciudadanos, pero está considerada por la mayoría de los eruditos como el Sistema Político menos malo. Pero no olvidemos que las democracias no son eternas y, hoy día, están amenazadas por un conjunto de desafíos y desafiadores que podrían no considerar la democracia como la única alternativa disponible. Y nunca deberíamos olvidar que la mayoría de los países europeos fueron dirigidos por gobiernos fascistas y totalitarios en el siglo XX. No sería de extrañar, que en cuanto la oligarquía financiera europea sea incapaz de seguir alterando el sistema democrático para conseguir sus propósitos, fuerce el cambio hacia otros sistemas políticos.

Los actuales motores económicos mundiales son los países llamados emergentes o BRICS. Acaparan las materias primas, la producción, el comercio, el consumo y muy pronto serán los banqueros mundiales, pero no son precisamente referentes democráticos. Las Constituciones de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica son formalmente democráticas, sin embargo, los poderes tradicionales son los que dirigen el estado y los negocios. En estos países, la clase media, la que sustenta el estado democrático, es minoritaria y la clase trabajadora no alcanza la suficiente organización como para influir en la vida política y económica. El caso chino es el más alarmante, la República Popular China es el líder de los BRICS y va camino de convertirse en la primera potencia mundial a todos los niveles. Sin embargo, China está gobernada por una oligarquía militar-comunista que pretende desafiar el mundo occidental y su estilo de vida democrática. Su sistema de gobierno autoritario y totalitario es capaz de mantener a sus más de 1300 millones de súbditos en un estado casi esclavista.  Pues bien, estos modelos políticos de los BRICS son los que sirven como referentes a las oligarquías occidentales por su alta capacidad productora y su bajo coste social.

Por tanto, como ciudadano de pleno derecho de España, Estado social y democrático de Derecho, y miembro de la Unión Europea: No permitas que el mal gobernante y los sofistas alteren la cultura de tus hijos, y te los roben. No toleres que el mal gobernante socialice y culturice tus hijos para crear súbditos del sistema económico, únicamente “productores/consumidores” en lugar de ciudadanos. No contribuyas con tu silencio a que el mal gobernante se adueñe del Estado para saquear lo Público, desmontar tu Estado del Bienestar y arruinar el futuro de tus hijos. No te resignes a que una oligarquía gobierne a la mayoría en un sistema democrático. No te dejes embaucar por demagogos que predican repartos de recursos infinitos “caídos del cielo”. No te dejes engañar por los nuevos clérigos laicos, sanguijuelas de los recursos públicos, que tienen soluciones para todos los males de la humanidad desviando y malgastando el dinero público de los más débiles.

La Política es una Ciencia y mientras unos la pisotean y desprestigian, otros la aprenden, dominan y aplican. Es por lo cual existen desde siempre dos bandos diferentes, los poderes tradicionales que gobiernan y un ejército de personas que sobrevive. No te resignes, revélate, este mundo también es tuyo, es de todos, porque todos somos universo. En el cosmos, la noche y el día no se suceden porque no existen, el tiempo no pasa. Somos nosotros los que estamos de paso en este universo. Si queremos dejar huella de nuestro tránsito por este mundo, debemos cultivar la familia, los amigos, los compañeros, incluso los desconocidos, en definitiva la sociedad. Sólo ellos mantendrán vivas tus ideas y obras. Tus huellas se borrarán, si es que algún día o noche existieron, como el tiempo. Existen múltiples medios, y también leyendas, para vencer los obstáculos de tan difícil travesía terrenal, pero posiblemente, la mejor herramienta disponible y pacífica para que el ciudadano logre superar la aventura de su vida, sea la Ciencia Política.


Fdo.: Luis Perant Fernández

sábado, 18 de junio de 2016

PRODUCTO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS.



No pienses que en otras culturas y épocas, los individuos son o fueron mejores o peores que ahora. Las generaciones son diferentes porque siempre, en cada época, lugar, cultura y religión, “el modo de producción, el nivel tecnológico y el sistema educativo de cada sociedad configuran las relaciones sociales y moldean a sus individuos”. Es como si en cada lugar y época, toda generación estuviese formada por individuos clonados, exceptuando una minoría de ciudadanos pensantes que nunca se deja encasillar completamente.

Para que nadie escape del control, el poder político “facilita, promociona y subvenciona” la agrupación de esa minoría discordante en asociaciones y grupos “de moda”, para tenerlos catalogados y “a mano”, por ejemplo: ecologistas, nacionalistas, feministas, homosexuales, anarquistas, artistas, intelectuales, extremistas a la izquierda, extremistas a la derecha, activistas altruistas de Ong ´s institucionales, en asociaciones políticas, sindicales, profesionales, reivindicativas, culturales, deportivas, vecinales… El “divide y vencerás” cobra aquí todo su esplendor y eficacia como instrumento político de Poder. Sin embargo, en un sistema político democrático “no intervenido”, el asociacionismo debería ser voluntario o como mucho canalizado, pero no subvencionado, porque  en todo negocio o actividad, el que paga manda.

En una Sociedad sin tutelas ni prejuicios sólo deberían existir dos grupos de ciudadanos, los buenos ciudadanos que cumplen las normas y las leyes, y los malos ciudadanos que por norma no cumplen las leyes. El Estado debería primar y promocionar a unos, y, sancionar y reeducar a los otros. Una Sociedad avanzada, globalizada y democrática no debe prejuzgar al ciudadano por su raza, etnia, género, lengua, religión, ideas políticas, sexualidad, afiliación, estatus social…, sino por su integración y cumplimiento de las normas y leyes de dicha Sociedad.

Somos el producto de la socialización y políticas públicas de nuestros gobernantes, pero también el producto de nuestro pasado, época y cultura. Por tanto, cuanto antes recuerdes y ordenes el proceso por el cual has llegado a ser lo que eres, menos te sorprenderán tus ideas y comportamiento en cualquier conflicto de interés, y mejor comprenderás las ideas y comportamiento de los demás. Sin olvidar que cada uno de nosotros captamos la misma y única realidad sirviéndonos de nuestros sentidos, pero interpretándola según nuestra cultura y nuestros conocimientos. Es decir, que un mismo acontecimiento marca y moldea de forma diferente a cada uno de nosotros. También es cierto, que ese mismo acontecimiento pasa desapercibido para otros ciudadanos, y por tanto, ni los mejora ni los empeora.

Tu cultura, tus conocimientos y tus vivencias determinan tus sueños y tus pesadillas. Tus sueños te acompañan y tus pesadillas te persiguen, ambos hasta la muerte. Por tanto, no asistas como simple espectador a tu paso por esta vida, opina de la Sociedad, participa en Política. Este mundo también es tuyo, es de todos.

Fdo.: Luis Perant Fernández



lunes, 6 de junio de 2016

POLÍTICA, MÁS PODER QUE CIENCIA.


La política es una ciencia, y como tal, se sirve del método científico para descubrir e interrogar los fenómenos sociales, económicos y políticos de una sociedad. Para ello, el politólogo ha de ser objetivo y despojarse de sus pasiones, intereses e ideología. Sólo así, sus resultados serán fiables, aunque siempre refutables y sujetos a revisión. En Ciencias Naturales, la objetividad no está cuestionada. Sin embargo en Ciencias Políticas, siempre hay dudas sobre la objetividad de los resultados, dependiendo del interés del sujeto investigador y de la importancia del sujeto investigado. El hombre investiga al hombre por encargo, para mejorar su vida o para empeorarla, según el negocio del sujeto pagador.

Importante diferencia en el comportamiento del ser humano, y que está directamente relacionada con la mezcla de “conciencia/ambición” adquirida en la clase social a la que pertenece y también en su proceso de culturización y socialización. Primordial dilema que resolver antes de elegir a los políticos y servidores públicos, ya que el poder político puede perseguir metas diferentes. De una parte, puede imponer un dominio agobiante sobre los ciudadanos y poner el Estado al servicio de unas minorías privilegiadas, que no siempre adineradas. De otra, ese poder puede asegurar un orden social justo incorporando a todas las clases sociales, integrando a todos los ciudadanos según sus aptitudes, contribuciones y necesidades.

El poder político siempre mantiene ambas caras a través de distintas dosificaciones de reparto, aunque su lado oscuro es difícil de descubrir, ya que una minoría bien organizada, pero malintencionada, puede gobernar a la mayoría desperdigada, y además con su consentimiento. Esa mayoría desperdigada no tiene ni vocación, ni medios, ni alicientes para fiscalizar a los representantes políticos en el manejo del dinero público, y mucho menos en competir con la oligarquía de los negocios para ilustrar la mente de los votantes. También entumece que en todas las contiendas electorales, los partidos políticos son libres de prometer y los ciudadanos son libres de dejarse engañar.

Una vez elegidos, algunos líderes políticos incumplen sus programas electorales, se venden al mejor postor, y hacen de la Política su profesión y negocio. Cuando esos corruptos de la Política son mayoría en un partido político, éste abandona su noble misión fundacional y se convierte en un instrumento de negocio elitista. Sus métodos y actividades son las propias de una banda criminal organizada. No faltan los ejemplos de personas que están en política por dinero, ni los mercenarios a sueldo de las clases adineradas, ni tampoco los líderes sociales profesionales que se venden al mejor postor. Todos ellos no son políticos, son personajes sin escrúpulos, líderes sociales, obreros, empresarios y políticos que dominan a la perfección el arte de la retórica para confundir al votante y lograr anteponer sus intereses y los de su partido. También están los políticos agradecidos y subordinados al jefe de fila del partido, los perfectos peones capaces de ejecutar las órdenes sin hacer preguntas, y si es posible, poco espabilados para no descubrir las tramas cuasi mafiosas. En fin, también es cierto que otros líderes políticos son servidores públicos preparados, inteligentes y honestos, y anteponen el interés general por encima de las tramas partidistas y personales.

Al margen de sus actores, la política concentra el poder supremo para gobernar la sociedad y administrar el dinero público, pero también, para regular los mercados privados de bienes, servicios y de opinión pública. La política es la palanca necesaria y deseada de todo gran negocio, el lícito y el ilícito, el local, nacional e internacional. Por tanto, el político mercenario debe ser el mejor actor e intérprete para que el desvío del dinero público sea asimilado por la mayoría de los ciudadanos como beneficioso para la sociedad, debe saber fundir lo honesto y lo ruin para desconcertar al ciudadano. Por ello lo difícil de desenmascarar a tales intrusos. La Política es el máximo negocio que domina todas las actividades, necesidades y vicios del ser humano, todo está calculado en política, en política nada es casualidad.

Quién pretenda contradecir la opinión pública mayoritaria, lo políticamente correcto, o desafiar el poder instructor del sistema político-económico omnipresente, debe conocer y saber interpretar el “Mito de la Caverna” de Platón. De lo contrario, será señalado por el sistema como un iluminado con pretensiones de aleccionar y adoctrinar. Salvo ese matiz, el ciudadano debe ejercer siempre su derecho a opinar sobre la política y sus actores, porque la verdad absoluta no existe, nadie está en posesión de ella, es relativa y cada uno tiene su verdad. Por tanto, duda de todo, de todos y de mí también.


Fdo.: Luis Perant Fernández